Josefina Molina
Formada en Ciencias Políticas, fundó el Teatro de Ensayo Medea en su ciudad natal, dirigiendo varios montajes. En 1969 se convirtió en la primera mujer que obtiene el título de directora/realizadora en la Escuela Oficial de Cine.
En esa época rueda numerosos espacios dramáticos para TVE como Estudio 1, Hora once, Teatro de siempre… Sus series de televisión más destacadas son El camino (1978), Teresa de Jesús (1984) y Entre naranjos (1998). Adaptó y dirigió diversos montajes como Motín de Brujas de Josep María Benet, No puede ser el guardar una mujer de Agustín Moreto, Cartas de amor de A. R. Gurney y La Lozana Andaluza, adaptación de Rafael Alberti.
Sus series de televisión más destacadas fueron El camino (1978); Teresa de Jesús (1984), que narra la vida de santa Teresa de Jesús, interpretada por Concha Velasco; y Entre naranjos, adaptación de la novela de Vicente Blasco Ibáñez (1998).
En teatro, logró un gran éxito con el montaje Cinco horas con Mario, monólogo de Miguel Delibes representado durante décadas e interpretado por Lola Herrera y después Natalia Millán. En 1990 dirigió Los últimos días de Emmanuel Kant, de Alfonso Sastre.
Su primer largometraje, Vera, un cuento cruel, de género fantástico, data de 1973, y en 1981 alcanza gran reconocimiento con Función de noche, película que repasa la vida en común de un matrimonio separado en la que Lola Herrera y Daniel Dicenta se interpretan a sí mismos.
En 1989 estrena el drama histórico Esquilache, basado en la obra de Antonio Buero Vallejo Un soñador para un pueblo, con actores como Fernando Fernán Gómez, Adolfo Marsillach y Concha Velasco. Lo más natural (1990) y La Lola se va a los puertos (1993) constituyen sus últimas incursiones cinematográficas.
El productor más representativo de su trayectoria es José Sámano (Sabre Producciones).
A su labor teatral y audiovisual se añade la literaria, con la publicación de las novelas Cuestión de azar, En el umbral de la hoguera y Los papeles de Bécquer.
En 2006 funda CIMA (Asociación de mujeres cineastas y de medios audiovisuales) junto a otras cineastas y asociación de la que es presidenta de honor.
En 2012 la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España le concede el premio Goya de Honor.
En 2012 fue nombrada Hija Predilecta de Andalucía y en 2019 laureada con el Premio Nacional de Cinematografía.
Tras retirarse de la dirección de cine, inició su incursión literaria con la novela Cuestión de azar, a la que siguió En el umbral de la hoguera. A los que siguieron el libro de encargo, Los papeles de Bécquer, y la autobiografía Sentada en un rincón.
También escribió el prólogo del libro Ana Mariscal, una cineasta Pionera, escrito por Victoria Fonseca.
En 2011 fue distinguida, en la Academia de Cine, con la primera edición del Premio Mujer de Cine, otorgado por la iniciativa Mujeres de Cine.
«Yo diría que siempre he hablado de la libertad y sobre todo de la libertad de las mujeres para hacer su propia vida, en el fondo es lo que a mí siempre me preocupo desde que era niña: hacer lo que yo quería y hacerlo como yo quería. Esto no era fácil para las mujeres, sigue sin serlo. A lo largo de la vida lo que haces es contentar a esa adolescente que fuiste y cumplir su proyecto.»